domingo, 16 de mayo de 2010

Mesa redonda

Pues yo ya había escogido la opción de hacer una crítica sobre lo expuesto en la mesa redonda, por lo que presté especial atención a las distintas opiniones que salieron para ahora poder dar la mía propia una vez llegada la hora de hacer esta práctica, aparte de para ser elemento activo y no un mero oyente como el que está oyendo un ruido de fondo sin enterarse de nada.
Por lo que tras haber asistido a la conferencia, y después de haber comentado y contrastado con algún compañero que también había escogido hacer la opción de la crítica, ahí va mi opinión, de una forma más o menos resumida:
El principal objetivo de la publicidad, como creo que todos tenemos claro, es convencer al espectadores para que éste acabe comprando su producto; sean cuales sean los múltiples aspectos y efectos que poseen los anuncios hoy en día, está claro que ese es el objetivo general y común para todos ellos. Ahora bien, muchos anunciantes usan estos efectos para jugar y manipular a la gente a su gusto, manipulando las mentes de los espectadores, haciéndoles creer que necesitan los productos cuando realmente pueden vivir tranquila y felizmente sin ellos. También jugando con la moralidad de los espectadores como si comprar el producto les convirtiese en mejores personas o el no cómpralo en malas.
Esto no me parece justo, ya que no se puede jugar así con la gente, que engañada acaba comprando muchos productos que ni les hacen falta, ni les sirven para nada útil en sus vidas, solo para gastar dinero y enriquecer aún más a los que son ya ricos. Los productos que se venden deberían ser vendidos por sí solos, es decir, porque propiamente se necesitan, sin falta de tener que recurrir a la publicidad o a la manipulación. Como mucho, competir por ser mejor que las demás marcas, pero no hacer spots engañando a la gente, recurriendo a la subliminalidad, o vendiendo cosas innecesarias.
Pero como ya se sabe, lo que mueve este mundo es el dinero, y mucha gente no tiene prejuicios a la hora de conseguirlo; da igual que por culpa de ganarlo, otra gente esté quedándose sin él, o poco a poco esté perjudicando sus vidas, la mayoría sólo piensan en vender su producto y enriquecerse ellos, sin pensar en los demás, sin piedad alguna.
Por otro lado, me parece lamentable también que los espectadores nos dejemos engañar tan fácilmente por los publicistas, pues se lo ponemos muy fácil a la hora de engañarnos. Basta con que salga algún famoso que idolatramos o algún “tío cachas” o una “tía buena” para comernos la cabeza y convencernos. Aquí podríamos introducir también la culpa de los cánones de belleza que están instalados en nuestra sociedad actual, ya que todo el mundo piensa que un tío guapo tiene que tener músculos de gimnasio, y una chica guapa no puede estar rellenita. Esto hace que así lleguen problemas de vigorexia por parte de los hombres que se pasan horas y horas en el gimnasio y tomando sustancias para potenciar sus músculos sin darse cuenta de que éstas sustancias son perjudiciales y a la larga te pueden dañar. De la misma manera, los ya conocidos y famosos en los últimos años problemas de anorexia y bulimia, en la que las chicas obsesionadas por verse gordas adelgazan, ya sea por no comer, o por provocar los vómitos. Por esto también tiene culpa la publicidad, que hace mella en esto de los cánones, potenciándolos.
Podríamos mencionar también problemas de obesidad producidos por la comida basura, también muy presente y habitual.

Aquí dejo un vídeo que nos mostraron en la conferencia contra la anorexia y la bulimia de la que he hablado hace escasos momentos.

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